En 1979 el gran Federico Fellini estrenó la película “Ensayo de orquesta” en la que un grupo de músicos se prepara para ensayar en un antiguo oratorio, con un director de orquesta alemán. Durante el ensayo conceden entrevistas a un equipo de televisión, donde cada miembro expresa sus preocupaciones e intereses. Se trataba de un falso documental (cine experimental en ese momento, y aún en la actualidad) que intentaba demostrar que una orquesta es parecida a una familia o a la misma sociedad, una metáfora de la sociedad romana de entonces, con sus grandes conflictos.
Hace dos semanas el Ente Cultural programó un concierto del Coro y Orquesta Estables para el domingo pasado en la Iglesia de Santo Domingo. En la agenda figuraban fragmentos del “Messiah”, de Händel, “Jesús, alegría de los hombres”, de Bach y un número de “Gloria”, de Vivaldi.
Pero, el miércoles pasado, luego de una asamblea de músicos y coreutas en el Teatro San Martín, los planes cambiaron. Hubo rebelión en la Orquesta, principalmente: se pidió la reprogramación del concierto, que el mismo se agende en el Teatro San Martín y que los ensayos se realicen allí.
¿Las razones? “Los plazos de ensayos pautados por el director; la falta de un lugar acorde para realizar el evento, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y que la iglesia no tiene climatización, por lo que se podrían producir rupturas a los instrumentos; esos instrumentos se mantienen con el esfuerzo de los trabajadores sin recibir un adicional por el mantenimiento”, se indica en la nota presentada por ATE el 23 pasado, que constituyó el expediente N° 2131-232-A- 24, dirigida al presidente del Ente, Humberto Salazar. En el reclamo firmado por los dirigentes sindicales, se agrega el pedido del incremento del plus por instrumento.
El frío
Como en la película de Fellini, donde delegados gremiales y músicos sin representación plantearon sus demandas, hicieron públicos sus reclamos, en un momento de agitación social.
Aquí, los más afectados fueron los de la orquesta, y no tanto los del coro. Por otra parte es cierto que los empleados del Ente Cultural pertenecen a dos gremios, ATE y UPCN. Y más se parece a la película cuando se considera el clima de descontento en el que sectores de la cultura están en situación de protesta.
Salazar, que además de arquitecto es músico, sabe que el frío y la humedad afecta a los instrumentos. La madera de los instrumentos de cuerda como el violín o la guitarra puede agrietarse o deformarse cuando se exponen al frío extremo. En el caso de los instrumentos de viento, como la flauta o el saxo, la humedad que se forma en su interior debido a los cambios bruscos de temperatura puede provocar la oxidación.
Los instrumentos
Que se conozca, el expediente no tuvo respuesta. “Se pidió que el concierto en Santo Domingo sea reprogramado, pero aún no recibimos nueva fecha y el expediente de ATE no tiene aún respuesta formal y están en negociación”, le contó a LA GACETA la violinista Fabiana José. “Toco un violín de luthier; quiere decir que su construcción es artesanal desde la selección de sus maderas de calidad fina. Lo que afecta a los instrumentos en general son los cambios bruscos de temperatura”, precisó.
La música contó algo que no se conoce mucho: “Todos los instrumentos son nuestros y se mantienen con nuestro salario desde los accesorios que se gastan o rompen constantemente hasta los arreglos de un luthier. Es más, debido al faltante de cargos en el organismo hay instrumentistas que ejecutan doble instrumento, es decir tienen que mantener dos instrumentos diferentes”.
Como en la película de Fellini, en esa sociedad unos mandan y otros se resisten. A veces avanzan los que trabajan; otras, retroceden. Entre ellos discuten y algunos son indiferentes, aunque las cuerdas vocales también sufran. La orquesta demanda sus derechos y, sorpresivamente para muchos, con sus instrumentos, y no solo musicales.